Compartir la esperanza
Por el camino del desierto,
besando las edades de mi patria vieja
te invito al encuentro de los hombres.
Es Tinkunaco en la ciudad,
cuando diaguitas, inmigrantes,
conquistadores del oro y del olivo,
renuevan toda promesa a mediodía.
Yakurmana, Zapam Zacum,
agua y árbol sagrados del ancestro
siguen latiendo vida en Anillaco
con viñas, olivares y algarrobos.
Por los llanos del sur
va galopando el coraje todavía
y el sol brilla sin pausa
sobre la polvareda de la historia.
Porque el hombre creyó
en la imposible meta
de la chaya vidalera
"que brote primavera de los surcos
todo el tiempo que queda..."
Amor, honor y rústica ternura
son los valores cotidianos nuestros
como el cerro árido y fecundo
al mismo tiempo.
Microclimas y oasis llevo adentro,
lapachos florecidos y cóndores,
la eternidad que anida en Talampaya
y un corazón que aguarda en La Rioja
compartir su esperanza.
- Manrique Zago -
http://picasion.com/i/1VUvP/
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