Destino La Rioja

Mirando al futuro

La Rioja es una provincia con un pasado de grandeza y un presente en desarrollo que sueña con un futuro de abundancia, de bienestar y de progreso. Estos son los deseos de su gente, que posee la calidez que tienen aquellos que no se conforman con ver pasar la vida y el tiempo, sino que contemplan y disfrutan su transcurso.

Sueños que día a día se convierten en realidad, cuando alguien con visión de progreso observa en La Rioja el potencial turístico que manifiesta e invierte forjando su futuro.

Futuro que está en sus paisajes, en sus atractivos, en sus pueblos y ciudades, y también en el invalorable recurso científico que constituye para la provincia el encontrar en todo su territorio importantes yacimientos arqueológicos y paleontológicos.

La Rioja, capital de la provincia de su nombre. Ciudad que se levanta al pie de la magnífica sierra de Velasco. Fue fundada el 20 de mayo de 1591 por Juan Ramírez de Velasco, quien le impuso el nombre de Ciudad de Todos los Santos de la Nueva Rioja, en recuerdo de la comarca española homónima.
Esta provincia se ve caracterizada por una geografía accidentada, presenta una rara amalgama de montañas y llanuras, como así también sus características colinas y valles cuyo color ocre se ve matizado por la variada policromía de sus plantíos.

La Rioja es un destino que se puede combinar con otras provincias. Las bellezas naturales de nuestra provincia forman una atractiva invitación al turismo.

Algunos de los principales centros se encuentran en Chilecito, al pie del majestuoso macizo de Famatina; en Nonogasta, en el valle del río Grande o de los Sauces y en Villa Unión, desde donde se accede al Parque Nacional Talampaya que, por su valor paisajístico y paleontológico, ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, junto a Ischigualasto en la vecina provincia de San Juan. En los llanos, se destacan Olta y Malanzán.